Entendemos por Metacognición la capacidad que tenemos de autorregular el propio aprendizaje, es decir
de planificar qué estrategias se han de utilizar en cada situación, aplicarlas, controlar el proceso, evaluarlo para detectar posibles fallos, y como consecuencia transferir todo ello a una nueva actuación.
de planificar qué estrategias se han de utilizar en cada situación, aplicarlas, controlar el proceso, evaluarlo para detectar posibles fallos, y como consecuencia transferir todo ello a una nueva actuación.
Una preocupación constante en nuestra escuela es la calidad del pensamiento de su alumnado: cómo se llega a los niveles de buen pensamiento. Aunque el pensamiento deseable ha sido caracterizado de muchas formas(productivo, racional, lógico, etc.), el término más usado es pensamiento crítico. El pensamiento creativo o inventivo es un segundo tipo de pensamiento que se debe fomentar en las aulas. Se considera que el pensamiento crítico es, primordialmente, pensamiento evaluativo y el pensamiento creativo,generativo.
Esto supone un desafío a los modos de enseñar historia porque pone en cuestión a las clases repletas de conceptos y procedimientos ajenos y distantes y porque en ocasiones debido al poco tiempo solo nos enfocamos a aportar lo que a través de los años los historiadores no han ido aportando y dejamos en segundo lugar las nuevas aportaciones de la tecnología a la educación y a la forma en que nuestro alumnos van aprendiendo y no estamos formando alumnos críticos.
Por lo tanto, se puede decir que la escuela como un escenario privilegiado donde se produce un doble juego narrativo y de pensamiento. donde podemos abrir un espacio para dejar correr y reconocer el relato de quienes asisten a ella y la comunidad,y a la vez, ser el lugar de transmisión cultural, es decir, el lugar donde los alumnos enlazan su propia historia con la cultura, donde dan sentido a su ensayo en el mundo y se configuran como futuros hacedores de su existencia y su humanidad.
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